Aumentan los casos de fiebre Oropouche en Santiago de Cuba ante el descontrol de las autoridades sanitarias
- naturpazeuropa
- 21 jun 2024
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Bijgewerkt op: 6 jul 2024
Lo que el Ministerio de Salud Publica (MINSAP) se empeƱa en ocultar bajo "sĆndrome febril inespecĆfico", es en realidad el virus OROV propagĆ”ndose a gran velocidad por provincias como Santiago de Cuba.
En reciente conferencia de prensa Yaimara Gutiérrez, directora del MINSAP en Santiago de Cuba minimizó una vez mÔs la situación, recalcando ademÔs la recuperación "favorable" de los afectados por el virus en los municipios Songo-La Maya, Mella y GuamÔ. Al mismo tiempo reportó mayor cantidad de casos de Dengue (a menudo confundido con la fiebre Oropouche) en Palma Soriano, San Luis y Mella. Con la habilidad a la que nos tienen acostumbrados los dirigentes para culpar al pueblo de su propia incompetencia gubernamental, Gutierrez llamó a los santiagueros a mantener la higiene en las Ôreas aledañas; cuando dicha responsabilidad recae fundamentalmente en las instituciones estatales.

Las reacciones de los cubanos en las redes a esta conferencia no se hizo esperar. Un usuario de Facebook comentó su preocupación ante la epidemia exigiendo la fumigación y eliminación de vertederos para contener la propagación del virus. Otra persona contagiada por tercera vez con el virus, pidió al Estado ser realista y reconocer que la fiebre Oropouche estÔ "golpeando fuertemente a toda la población".
Yo vi niƱos en las calles gritarles a sus padres casi al desmayarse rumbo al consultorio por enfermedad š¦ este virus Oropouche (NO ES UN JUEGO ) POR FAVOR TOMEN MEDIDAS š PERO TOMEMOS LAS YAā¼ļø No valla a ser y se propague tanto que se vuelva incontrolable o mĆ”s complicado de erradicaršhttps://www.facebook.com/share/p/3Vf27v2pCvBzK9xX/

La deficiente alimentación de los cubanos los hace especialmente vulnerables ante el Oropouche. Como asegura otra santiaguera en respuesta a la funcionaria del Ministerio de Salud, los ciudadanos estĆ”n completamente desinformados y se sienten desprotegidos al no saber cuales medidas tomar ni quĆ© medicamentos estĆ”n disponibles para aliviar los sĆntomas. El panorama empeora por la pĆ©sima calidad de vida y los bajos ingresos de una gran parte del pueblo.

Mientras tanto medidas preventivas esenciales como la fumigación, la eliminación de macro-basureros o la eliminación de vertederos no se realizan, favoreciendo la proliferación del Aedes Aegypti y el Culex. El precio de un mosquitero, imprescindible para evitar la picada del mosquito y el contagio, se encuentra entre los 2000 y los 4000 CUP en el mercado informal, casi imposible de obtener para gran parte de los cubanos. Y ni hablar de los altos precios de los repelentes contra estos vectores que alcanzan hasta los 1800 y 5400 CUP.
La realidad en la Isla es totalmente otra a la que encontramos en reportes oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde los organismos gubernamentales cubanos refuerzan la atención médica en Ôreas de salud con transmisión del virus, realizan el tratamiento focal y adulticida y aumentan la vigilancia entomológica. Incluso se atreven a mentirle al mundo asegurando que las entidades pertinentes intensifican las acciones de saneamiento ambiental en las Ôreas infectadas.
"Esta es la primera detección de la enfermedad en el paĆs, por lo que es probable que la población sea altamente susceptible y existe un riesgo significativo de que se detecten mĆ”s casos".
Seguirle el juego a los órganos de poder en Cuba puede salirle muy caro a las instituciones internacionales como la OMS, quien en este mismo informe clasifica al pueblo cubano como "altamente suceptible" ante la epidemia de fiebre Oropouche. Y esto se refiere a factores fundamentales como el estado socioeconómico y estilo de vida, determinantes en el grado de exposición de los individuos al virus. El estado nutricional, entre otros aspectos, permite identificar posibles grupos de riesgo, asĆ como la distribución del arbovirus en el paĆs. La gravedad, reiteración y rapidez con la que el OROV se estĆ” desarrollando en Santiago de Cuba, es resultado de aƱos de escaza alimentación y del consecuente deterioro del funcionamiento del sistema inmunitario de las familias cubanas.

No sabemos como Cuba saldrĆ” de esta crisis epidemiológica sin el adecuado control para erradicar los vectores causantes de estas enfermedades. Reducir los hĆ”bitats naturales y artificiales de agua donde se desarrollan las larvas de los mosquitos, es esencial para disminuir el riesgo en estas comunidades. El pueblo no posee tampoco los recursos necesarios para su protección personal. Mucho menos puede contarse con un diagnóstico de laboratorio adecuado. La atención mĆ©dica es deficiente y a la mayorĆa de los casos con sĆntomas de fiebre Oropouche, se les envĆa a la casa a tomar lĆquidos sin medicamento o tratamiento alguno...en fin, abandonados a su suerte.
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