Lo que el Ministerio de Salud Publica (MINSAP) se empeña en ocultar bajo "síndrome febril inespecífico", es en realidad el virus OROV propagándose a gran velocidad por provincias como Santiago de Cuba.
En reciente conferencia de prensa Yaimara Gutiérrez, directora del MINSAP en Santiago de Cuba minimizó una vez más la situación, recalcando además la recuperación "favorable" de los afectados por el virus en los municipios Songo-La Maya, Mella y Guamá. Al mismo tiempo reportó mayor cantidad de casos de Dengue (a menudo confundido con la fiebre Oropouche) en Palma Soriano, San Luis y Mella. Con la habilidad a la que nos tienen acostumbrados los dirigentes para culpar al pueblo de su propia incompetencia gubernamental, Gutierrez llamó a los santiagueros a mantener la higiene en las áreas aledañas; cuando dicha responsabilidad recae fundamentalmente en las instituciones estatales.

Las reacciones de los cubanos en las redes a esta conferencia no se hizo esperar. Un usuario de Facebook comentó su preocupación ante la epidemia exigiendo la fumigación y eliminación de vertederos para contener la propagación del virus. Otra persona contagiada por tercera vez con el virus, pidió al Estado ser realista y reconocer que la fiebre Oropouche está "golpeando fuertemente a toda la población".
Yo vi niños en las calles gritarles a sus padres casi al desmayarse rumbo al consultorio por enfermedad 🦟 este virus Oropouche (NO ES UN JUEGO ) POR FAVOR TOMEN MEDIDAS 🙏 PERO TOMEMOS LAS YA‼️ No valla a ser y se propague tanto que se vuelva incontrolable o más complicado de erradicar😖https://www.facebook.com/share/p/3Vf27v2pCvBzK9xX/

La deficiente alimentación de los cubanos los hace especialmente vulnerables ante el Oropouche. Como asegura otra santiaguera en respuesta a la funcionaria del Ministerio de Salud, los ciudadanos están completamente desinformados y se sienten desprotegidos al no saber cuales medidas tomar ni qué medicamentos están disponibles para aliviar los síntomas. El panorama empeora por la pésima calidad de vida y los bajos ingresos de una gran parte del pueblo.

Mientras tanto medidas preventivas esenciales como la fumigación, la eliminación de macro-basureros o la eliminación de vertederos no se realizan, favoreciendo la proliferación del Aedes Aegypti y el Culex. El precio de un mosquitero, imprescindible para evitar la picada del mosquito y el contagio, se encuentra entre los 2000 y los 4000 CUP en el mercado informal, casi imposible de obtener para gran parte de los cubanos. Y ni hablar de los altos precios de los repelentes contra estos vectores que alcanzan hasta los 1800 y 5400 CUP.
La realidad en la Isla es totalmente otra a la que encontramos en reportes oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde los organismos gubernamentales cubanos refuerzan la atención médica en áreas de salud con transmisión del virus, realizan el tratamiento focal y adulticida y aumentan la vigilancia entomológica. Incluso se atreven a mentirle al mundo asegurando que las entidades pertinentes intensifican las acciones de saneamiento ambiental en las áreas infectadas.
"Esta es la primera detección de la enfermedad en el país, por lo que es probable que la población sea altamente susceptible y existe un riesgo significativo de que se detecten más casos".
Seguirle el juego a los órganos de poder en Cuba puede salirle muy caro a las instituciones internacionales como la OMS, quien en este mismo informe clasifica al pueblo cubano como "altamente suceptible" ante la epidemia de fiebre Oropouche. Y esto se refiere a factores fundamentales como el estado socioeconómico y estilo de vida, determinantes en el grado de exposición de los individuos al virus. El estado nutricional, entre otros aspectos, permite identificar posibles grupos de riesgo, así como la distribución del arbovirus en el país. La gravedad, reiteración y rapidez con la que el OROV se está desarrollando en Santiago de Cuba, es resultado de años de escaza alimentación y del consecuente deterioro del funcionamiento del sistema inmunitario de las familias cubanas.

No sabemos como Cuba saldrá de esta crisis epidemiológica sin el adecuado control para erradicar los vectores causantes de estas enfermedades. Reducir los hábitats naturales y artificiales de agua donde se desarrollan las larvas de los mosquitos, es esencial para disminuir el riesgo en estas comunidades. El pueblo no posee tampoco los recursos necesarios para su protección personal. Mucho menos puede contarse con un diagnóstico de laboratorio adecuado. La atención médica es deficiente y a la mayoría de los casos con síntomas de fiebre Oropouche, se les envía a la casa a tomar líquidos sin medicamento o tratamiento alguno...en fin, abandonados a su suerte.
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