La Paz es el Verdadero Progreso: Nuestra Voz Ecopacifista ante la Guerra
- naturpazeuropa
- 23 jun
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La voz de quienes defienden la paz desde una perspectiva ecopacifista es más necesaria que nunca. En una declaración, Juan Alberto De la Nuez, miembro de Naturpaz, expresó con claridad y valentía por qué se opone a la guerra, recordándonos que la violencia no solo destruye vidas humanas, sino también el equilibrio ecológico del planeta. Su reflexión no es simplemente una postura política, sino una llamada ética desde la compasión, la racionalidad y la conciencia ambiental.
"La guerra es sinónimo de destrucción y miseria que devasta infraestructuras, economías y entornos naturales, dejando secuelas duraderas como pobreza, desplazamientos y crisis humanitarias... No a la guerra, apostemos por la paz, la justicia social y el desarrollo sostenible."
Esta declaración nos recuerda que, más allá de bandos e intereses, está la vida misma. Elegir la paz es un acto de profunda humanidad, y construirla juntos es una responsabilidad compartida. Como organización ecopacifista, no podemos guardar silencio ante los conflictos armados que siguen asolando al mundo. Cada explosión, cada bala, cada desplazamiento forzado no solo hiere cuerpos y sociedades: también destruye silenciosamente la vida natural que compartimos con este planeta.
Decimos No a la Guerra
La guerra, bajo cualquier justificación, representa una negación profunda de los valores que defendemos. No hay conflicto bélico que no deje tras de sí una estela de devastación ambiental: bosques incendiados, ríos contaminados, especies desplazadas o exterminadas. El impacto ambiental de los conflictos armados rara vez encabeza los titulares, pero es tan real como el humano.
La violencia no es una herramienta de justicia, sino un ciclo que alimenta el dolor, el odio y la destrucción. Como ecopacifistas, creemos que solo desde el diálogo, la empatía y la cooperación podemos construir una paz verdadera, que incluya tanto a las personas como al planeta.
La guerra es sinónimo de destrucción y miseria. Devasta infraestructuras, arrasa economías y arruina los entornos naturales. Sus secuelas son profundas: pobreza, desplazamientos forzados, crisis humanitarias y traumas que duran décadas.
No a la guerra! Apostemos por la paz, por la justicia social, por el desarrollo sostenible. Esos son los caminos verdaderamente humanos y efectivos para resolver desigualdades. La felicidad, la prosperidad y la dignidad en armonía con la Tierra son posibles. La guerra solo profundiza las heridas. Apostar por la paz es un acto de coraje y racionalidad.
Nuestro Llamado
Desde Naturpaz, hacemos un llamado urgente a:
* Reducir el gasto militar y redirigirlo hacia programas de resiliencia ecológica y justicia social.
* Apoyar a las comunidades desplazadas por conflictos armados, con enfoque en sostenibilidad y derechos humanos.
* Promover la educación para la paz y el respeto por la Tierra, desde las escuelas hasta los gobiernos.
* Rechazar la violencia como medio de resolución y trabajar por sistemas de mediación internacionales con enfoque ambiental.
Construyamos Juntos un Futuro en Paz
Hoy, más que nunca, necesitamos valentía para ser pacíficos. Ser ecopacifista es entender que cuidar la vida no es solo proteger un bosque, sino alzar la voz contra toda forma de destrucción, incluida la guerra.
Seguiremos trabajando por un mundo donde la paz y la naturaleza no sean sueños, sino realidades diarias. La tierra no necesita más héroes armados, sino guardianes conscientes.
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