Cuando la represión toca la puerta: testimonio de un activista pacífico en Cuba

Los días 10 y 11 de junio el activista miembro de Naturpaz, Raymar Aguado Hernandez vivió una nueva jornada de acoso e intimidación por parte del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) en Cuba, un episodio más que evidencia cómo en los regímenes autoritarios, el compromiso con los derechos ciudadanos y la defensa pacífica de la justicia social son tratados como amenazas. Raymar realizó protestas pacíficas por los derechos del estudiantado y en contra del tarifazo impuesto por ETECSA, una medida que limita el acceso a la información, la educación y el libre ejercicio de expresión en un país.

La visita del miedo

A las 1:30 pm del 10 de junio, un supuesto "Jefe de Sector" del barrio Cayo Hueso, que se identificó como Oribel Díaz, se presentó en su vivienda con una citación para el día siguiente a lo cual Raymar se negó. La reacción fue amenazarlo con la advertencia intimidatoria de sufrir terribles consecuencias si no asistía.

Detención e interrogatorio sin garantías

El 11 de junio, una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) lo trasladó contra su voluntad a la estación de Zanja y Dragones, donde fue interrogado por oficiales del DSE —en su mayoría sin identificarse— y amenazado repetidamente por sus actividades en redes sociales y su apoyo al paro universitario.

Fue sometido a un interrogatorio prolongado, repleto de insultos, descalificaciones personales y finalmente la imposición de un Acta de Advertencia, bajo el absurdo cargo de "incitación a delinquir", solo por motivar a otros jóvenes a defender sus derechos educativos.

En este proceso tambien Interrogaron a su padre sin procedimiento legal alguno, mostrándole fotos de sus publicaciones y pidiéndole que intercediera para que el activista desistir.

Por una Cuba donde quepamos todos

La postura de Raymar Aguado es clara: no responderá con odio ni violencia, sino con dignidad y firmeza. No se puede construir una sociedad justa si se aplastan las voces jóvenes que se levantan por derechos básicos como la conectividad, la educación y la participación.

Reafirmando su compromiso con los derechos humanos y el pacifismo en Cuba, Raymar seguirá luchando desde la no violencia, el pensamiento crítico y el amor a la verdad. El tarifazo es injusto, y como tal, debe ser denunciado. Lo mismo que el uso de las instituciones para silenciar a quienes piensan distinto.